Hombre, 50 años, casado con dos hijos, de profesión administrativo, con unos ingresos anuales de 40.000 euros. Los dos padres viven, pero no dependen de él. Tiene un hermano de 45 años. Fallecido enaccidente de tráfico. En la actualidad la familia cobraría unaindemnización de 240.836 euros. A partir del 1 de enero, esa cifra casi se doblaría: 505.765 euros.
A principios de año entra en vigor la nueva ley de baremo de accidentes, que incrementa el pago por muerte en un 50% y laslesiones con secuelas un 35% en grandes siniestros, aunque bajarán las incapadicades temporales. La media será de un 8% más. Sin embargo, los expertos temen que las compañías aseguradoras sean restrictivas respecto a otras patologías menos graves y más numerosas, como lumbalgia, dolor cervical o de rodilla, por ejemplo.
El cambio de año conllevará una modificación muy sustancial de la normativa que regula la indemnizaciones a causa de los accidente de tráfico. Quedará atrás la obsoleta legislación de 1995 y se abrirá el reconocimiento de derechos a las familias monoparentales, hijos de otros matrimonios, las parejas estables, las parejas del mismo sexo y las amas de casa. Se tendrá en cuenta, además, el lucro cesante. Es decir, lo que se deja de ganar según el nivel salarial por las lesiones del accidente.
La nueva regulación también ha modificado la forma de cubrir los gastos de los lesionados: hasta ahora solo se pagaba una prótesis. A partir del 1 de enero, se incluirán hasta cinco piezas de ortopedia porque se considera que hay que reponerlas con el paso del tiempo cuando las secuelas son duraderas. La regulación establece, además, que la Seguridad Social cobre no solo los gastos de estabilización del accidentado, sino también los que se generen en un futuro como consecuencia del siniestro.
NIVEL EUROPEO
Respecto a las indemnizaciones a las víctimas o a sus familiares, el mismo prólogo de la ley reconoce que en España “nos seguimos encontrando con una enorme disparidad” en las cuantías al compararlas con los países miembros de la Unión Europea. Con el nuevo baremo, las indemnizaciones se sitúan a niveles europeos.Lo que se pretende, según los redactores de la ley, es “lograr la total indemnidad de los daños y perjuicios padecidos para situar a la víctima en una posición lo más aparecida posible a la que tendría de no haberse producido el accidente”.
Las compañías aseguradoras calculan que gastarán unos 1.771 millones de euros en el 2016, un 16% más que en el 2015. Eso sí, si cayera el número de accidentes graves, esta cantidad se reduciría. Los expertos del accidente de circulación temen que ante esta situación las primas que deben desembolsar los usuarios también aumenten.
LA CRÍTICA
El abogado barcelonés Daniel Vosseler, especialista en defensa de las víctimas en accidentes de circulación, asegura que la nueva ley recoge la jurisprudencia que ha ido llenando los vacíos que la anterior legislación no contemplaba. Además de las indemnizaciones por grandes siniestros y los nuevos afectados, se incorporan dos nuevas figuras: el actuario, que es el profesional que debe calcular los ingresos que se dejan de percibir tras el siniestro, y el perito médico, que valorará el daño corporal.
Vosseler pone reparos a la nueva ley. En su opinión, las compañías “van a intentar llevar a cabo una política restrictiva” sobre las lesiones consideradas ordinarias, como dolores de lumbago o de cervicales producidos, por ejemplo, por un choque por detrás. Son, a su entender, daños “subjetivos e interpetables” y, para ser valorados, el accidentado deberá pasar pruebas biomecánicas o llamadas “antifraude” que tienen un coste adicional y que paga la víctima.
Este tipo de lesiones, sostiene el letrado, son las que más se producen en los accidentes, alcanzando un 90%. “La nueva ley está dirigida, sobre todo, a los fallecidos o lesionados muy graves, dejando un poco desamparados al resto”, sostiene. Por lo tanto, en su opinión, muchos asuntos acabarán en los tribunales, siendo estos los que marcarán el criterio.
Link: El Periódico
